Page 58 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 58

www.elaleph.com
               William Shakespeare                    donde los libros son gratis

               PRÍNCIPE ENRIQUE.- Cómo, hombre! Contra cien?
               FALSTAFF.- Soy un badulaque si no cruzó el hierro durante dos
               horas contra una docena de ellos. He escapado por milagro. Me han
               atravesado ocho veces el peto y cuatro las bragas; mi escudo está
               perforado de parte a parte y mi espada mellada como una sierra: ecce
               signum.  Jamás me conduje mejor desde que soy hombre! Todo fue
               inútil. La peste se lleve a todos los cobardes! Que hablen éstos ahora;
               si exageran o amenguan la verdad, son unos malvados, hijos de las
               tinieblas.
               PRÍNCIPE ENRIQUE.- Hablad, amigos: qué ha ocurrido?
               GADSHILL.- Nosotros cuatro caímos sobre unos doce...
               FALSTAFF.- Diez y seis, al menos, milord!
               GADSHILL.- Y los amarramos.
               PETO.- No es cierto, no los amarramos.
               FALSTAFF.- Bribón, los ligamos a todos, sin excepción o no soy más
               que un judío, un judío hebreo.
               GADSHILL.- Mientras nos estábamos repartiendo, un grupo de seis o
               siete se nos vino encima...
               FALSTAFF.- Y éstas desataron a los primeros; luego llegaron otros.
               PRÍNCIPE ENRIQUE.- Cómo? Os habéis batido contra todos ellos?
               FALSTAFF.- Todos? No sé lo que llamáis todos; pero si yo no me he
               batido con cincuenta de ellos, soy un manojo de rábanos. Y si
               cincuenta y dos o cincuenta y tres asaltantes no atacaron al pobre viejo
               Jack, no soy una criatura bípeda.
               PRÍNCIPE ENRIQUE.- Quiera Dios que no hayas matado a varios de
               ellos!
               FALSTAFF.- Me parece el voto algo tardío; empimenté dos; dos,
               estoy seguro, quedaron liquidados, dos pillos con trajes de bocací.
               Oye, Hal: si te miento, escúpeme en la cara, llámame caballo! Tú bien
               conoces mi vieja guardia. He aquí mi actitud: con la espada en esta
               posición, cuatro pillos vestidos de bocací me acometen...
               PRÍNCIPE ENRIQUE.- Cómo cuatro? Dijiste dos hace un momento.

                                           58
                          Este documento ha sido descargado de
                                  http://www.educ.ar
   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63