Page 15 - El avaro - Molière - Ciudad Seva
P. 15
El avaro - Molière - Ciudad Seva http://www.ciudadseva.com/textos/teatro/moliere/avaro.htm
HARPAGÓN. ¡Bueno! ¡Eso es hablar bien!
VALERIO. Señor, os pido perdón si me acaloro un poco y tengo la osadía de hablarle
así.
HARPAGÓN. ¡Cómo! ¡Si eso me encanta y deseo que adquieras un influjo absoluto
sobre ella! (A Elisa.) Sí; aunque intentes huir, le concedo la autoridad que el Cielo me da
sobre ti y quiero que hagas todo cuanto él te diga.
VALERIO. (A Elisa.) Después de esto, ¡resistíos a mis amonestaciones!
ESCENA X
HARPAGÓN y VALERIO
VALERIO. Señor, voy a seguirla, para continuar con ella las lecciones que le estaba
dando.
HARPAGÓN. Sí; te quedaré agradecido. Realmente...
VALERIO. Es conveniente tirarle un poco de la brida.
HARPAGÓN. Ciertamente. Es preciso...
VALERIO. Nos os preocupéis. Creo que conseguiré dominarla.
HARPAGÓN. Hazlo, hazlo. Voy a dar una vueltecita por la ciudad y vuelvo en seguida.
VALERIO. (Dirigiéndose a Elisa y marchándose por donde ella salió.) Sí; el dinero es
lo más preciado del mundo, y debéis dar gracias al Cielo por el digno padre que os ha
concedido. Él sabe lo que es vivir. Cuando se ofrece uno a tomar a una joven sin dote, no
se debe mirar más allá. Todo se encierra en eso; y sin dote equivale a belleza, juventud,
alcurnia, honor, sapiencia y probidad.
HARPAGÓN. ¡Ah, qué buen mozo! Eso es hablar como un oráculo. ¡Dichoso aquel que
puede tener un criado de este género!
15 de 57 20/04/2006 15:43

