Page 17 - El avaro - Molière - Ciudad Seva
P. 17

El avaro - Molière - Ciudad Seva                                       http://www.ciudadseva.com/textos/teatro/moliere/avaro.htm




                  FLECHA. He aquí algunas cláusulas que él mismo ha dictado a nuestro intermediario
                  para que os sean enseñadas antes de hacer nada: «Supuesto que el prestamista confirme
                  todas sus garantías y que el prestatario sea mayor de edad y de una familia con caudal
                  amplio, sólido, asegurado, claro y libre de toda traba, se extenderá un acta auténtica y
                  exacta ante un notario que sea lo más honrado posible, y el cual, para esos efectos, será
                  escogido por el prestamista, a quien interesa más que esa acta esté debidamente
                  redactada.»

                  CLEANTO. Nada hay que decir a esto.


                  FLECHA. «El prestamista, para no cargar su conciencia con ningún escrúpulo, pretende
                  no dar su dinero más que al cinco y medio por ciento.»


                  CLEANTO. ¿Al cinco y medio? ¡Pardiez! Eso es honrado. No puede uno quejarse.

                  FLECHA. Es cierto. «Mas como el mencionado prestamista no tiene en su casa la suma
                  de que se trata, y, para complacer al prestatario, se ve obligado él también a pedirla
                  prestada a otro, sobre la base del veinte por ciento, convendrá que el referido primero
                  prestatario abone ese interés, sin perjuicio del resto, considerando que sólo por
                  complacerle el susodicho prestamista se compromete a ese préstamo.»

                  CLEANTO. ¡Cómo, diablo! ¿Quién es ese árabe? Así resulta más del veinticinco por
                  ciento.

                  FLECHA. Es cierto, y así lo he dicho. Tenéis que pensarlo.


                  CLEANTO. ¿Qué quieres que piense? Necesito dinero, y tengo que acceder a todo.

                  FLECHA. Ésa ha sido mi respuesta.

                  CLEANTO. ¿Hay algo más?

                  FLECHA. Escuchad. Se trata sólo de una pequeña cláusula: «De los quince mil francos
                  solicitados, el prestamista no podrá entregar en dinero más que unas doce mil libras; y
                  para los mil escudos restantes tendrá el prestatario que aceptar las ropas de vestir y de la
                  casa, y las joyas, cuyo inventario va a continuación, y que el referido prestamista ha
                  justipreciado, de buena fe, en el precio más módico que le ha sido posible.»


                  CLEANTO. ¿Qué quiere decir eso?

                  FLECHA. Escuchad el inventario: «Primeramente, un lecho de cuatro patas con cenefas
                  de punto de Hungría, sobrepuestas con gran primor sobre una sábana color aceituna, con
                  seis sillas y el cobertor de lo mismo; todo ello bien dispuesto y forrado de tafetán
                  tornasolado rojo y azul. Más un dosel de cola, de buena sarga de Aumale, rosa seco, con
                  el fleco y los galones de seda.»


                  CLEANTO. ¿Qué quiere decir eso?

                  FLECHA. Esperad: «Más un tapiz de los Amores de Gambaud y Macea. Más una gran
                  mesa de nogal, de doce columnas o pilares torneados, que se alarga por los dos extremos,
                  provista, además, de sus seis escabeles.»


                  CLEANTO. ¿Con quién trato, pardiez?






 17 de 57                                                                                                 20/04/2006 15:43
   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22