Page 118 - Los Humanoides - Jack Willianson
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Claypool  se  incorporó  penosamente;  Aurora


            advirtió las heridas que el astrónomo tenía en pies y

            rodillas y sus ojos se oscurecieron ansiosamente.


                    —¿Duele demasiado? —inquirió.


                    —No  mucho.  Todavía  no  podemos  detenernos...

            — jadeó Claypool.



                    Avanzando  dificultosamente,  llegaron  hasta  la

            puerta del viejo edificio militar. La niña se detuvo allí.


                    —El señor White dice que debo esperar aquí para


            mantener alejados a los muñecos oscuros...


                    —Cinco  minutos  serán  bastante  —le  aseguró

            Claypool—


                    Sin perder tiempo se introdujo  en el edificio: las

            paredes  crujían,  inclinándose  hacia  la  formidable


            excavación  lateral.  En  cualquier  momento  iodo  se

            derrumbaría.  Sin  embargo,  bastaban  cinco  minutos


            para terminar con todo y hacer desaparecer a ʺAla 4ªʺ

            del Universo.


                    Avanzando  bajo  una  lluvia  de  tierra  y


            mampostería  que  caía  constantemente  del  techo,

            Claypool se cubrió con un brazo para proteger sus ojos.


                    Por fin pudo llegar hasta su antigua oficina y se

            zambulló  hacia  el  armario,  en  cuyo  interior  había


            algunos polvorientos mamelucos y un viejo chaleco de

            lana.




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