Page 427 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 427
Me besó y me besó cubriéndome con su cabello.
Me besó los ojos la nariz los labios. Con la boca.
Luego me acercó los pechos a la cara y me besó,
me acarició con los pezones en los ojos, la nariz,
la lengua. Y luego… Sorpresa. Estupefacción.
Siguió bajando hasta la entrepierna. El primer
contacto. Húmedo. Como su boca. Resistencia.
Aquel calor. Muy lentamente, y dejarse llevar,
rendirse.
Por Dios, no te muevas. Los pedacitos. Se
movió. Y al moverse sobre mí los atraía, los
atraía. Igual que mil peces que se mecen juntos
con el oleaje. Adelante y atrás. Como las estrellas
entre las hojas. Busqué. A ella, su mismo centro,
el único lugar de calma en el que todo se unía.
Búsqueda, nada más.
Y luego me abandoné. ¿De la máxima tensión
a qué? A la nada. A la renuncia. A la caída. Si
lloré, y no digo que lo hiciera… La dicha, la
pérdida absoluta de la caída.
Ella gimió y yo exploté. La constelación que
fuese, lo que fuera que hubiésemos alcanzado se
hinchió de luz y se dispersó en la oscuridad y así
debería haber sido siempre, joder. Recostó su
427

