Page 505 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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mágico.  Es  como  observar  a  una  persona


              deshacerse de algo y florecer.




                     Lo que yo no sabía era de qué se deshacía.




                     Me encantaba mirarla sentada en el taburete


              que le había recortado para adaptarlo a la altura


              del  sofá,  mirarla  cuando  se  inclinaba  hacia


              Bangley y le hablaba con suavidad, no como un


              médico a un paciente ni como un ministro santo,


              sino con respeto, con humor, como dos amigos.


              Me  encantaba  mirarla  cuando  le  revisaba  la


              tablilla  o  volvía  a  ponerle  las  vendas,  con



              movimientos más seguros que cuando cuidaba el


              huerto conmigo: la diferencia entre una segunda


              naturaleza  adquirida  a  regañadientes  y  la


              seguridad  que  desprende  el  orgullo,  la  destreza


              adquirida y cultivada con esfuerzo. Me encantaba


              mirarla  cuando  se  apartaba  de  la  cara  los  rizos


              morenos y se los ataba con una cuerda o cuando



              estiraba  sus  largos  brazos  y  salía  al  resplandor


              del sol del verano y, cruzando la rampa, llegaba


              hasta el cercado que el Abuelo había construido


              a la sombra de un sauce y donde estaban atados


              los corderos. Me encantaba mirarla desnudarse y


              meterse en el estanque que había junto al río y


              quedarse  allí  de  pie  como  aquella  tarde  en  la






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