Page 21 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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–Espera, no te... –Luke comprendió de repente que lle‐


            vaba el camino equivocado si quería que el marciano se


            quedara. Dijo–: Por mí puedes irte al infierno, si lo prefie‐


            res.



               El marciano hizo una mueca de burla.


               –Eso ya está mejor. Creo que llegaremos a entendernos.


               –¿Por qué has venido a la Tierra?


               –Tampoco te importa nada, pero me agradará darte una


            pista. ¿Porqué vais a los parques zoológicos en este planeta


            pobretón?


               –¿Cuánto tiempo pensáis quedaros?


               El marciano inclinó la cabeza a un lado.


               –Eres un tipo difícil de convencer, Mack. No soy la oficina



            de información. Lo que hago o por qué lo hago no es nada


            que te concierna. A lo que es seguro que no vine es a ense‐


            ñar a niños.


               El vaso de Luke volvía a estar vacío. Lo llenó de nuevo.


            Miró al marciano con irritación. Si aquel tipo quería pelea,


            ¿por qué no complacerle?


               –Oye, verruga verde... –dijo–, creo que debería...



               –¿Deberías hacer qué? ¿Hacerme algo a mí? ¿Tú y cuán‐


            tos más?


               –Yo, una cámara y un flash –dijo Luke, recriminándose


            por no haber pensado en ello antes–. Por lo menos voy a


            sacarte una foto. Luego, cuando la revele...


               Dejó el vaso y se metió en el dormitorio. Por suerte su


            cámara estaba cargada y el flash tenía una bombilla puesta;


            los había puesto en la maleta, no con la idea de fotografiar




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