Page 26 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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Luke se quedó solo otra vez, y su vaso estaba vacío, de
manera que se dirigió al fregadero para volver a llenarlo.
Se sentía más borracho que en muchos años, pero cuanto
antes quedara inconsciente mucho mejor. Y si era posible,
antes de que regresara el marciano o kwimmase de vuelta,
si es que realmente iba a regresar o kwimmar de nuevo allí.
Porque ya no podía aguantar más. Alucinación o reali‐
dad, ya no podía contenerse, y si el marciano volvía, lo ti‐
raría por la ventana. Aunque hiciese estallar una guerra in‐
terplanetaria.
De nuevo en la silla empezó a beber. Aquel vaso sería el
último.
–Eh, Mack... ¿Aún estás lo bastante sobrio para que ha‐
blemos?
Luke abrió los ojos, preguntándose cuándo los había ce‐
rrado. El marciano había regresado.
–Vete –dijo–. Piérdete. Mañana yo...
–Espabílate, Mack. Tengo noticias para ti, directas de Ho‐
llywood. Esa chica tuya estaba en casa y te echaba mucho
de menos.
–¿Eh? Ya te he dicho que me quería, ¿no? Maldita verruga
ver...
–Te echaba tanto de menos que ha llamado a alguien para
que la consuele. Un tipo alto y rubio. Ella le llama Harry.
Aquello despejó a Luke por un instante. Rosalind tenía
un amigo llamado Harry, pero era una amistad platónica;
eran amigos porque trabajaban juntos en el mismo depar‐
tamento de la Paramount.
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