Page 120 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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olvida,  por  un  tiempo,  que  es  parte  de  una  unidad

            mayor, que debe respeto a otros individuos electores.

                Se produjo una larga pausa.


                —  ¿Sabes  algo  más,  Isaac?  —preguntó  Ged  con

            suavidad, rompiendo en risitas.

                Isaac no estaba seguro de si debía seguir.


                —A  ver,  Ged.  Si  te  dijeran  «robo  de  elección  en

            segundo grado con falta de respeto», ¿sabrías lo que


            había hecho un garuda?

                —No... —Ged quedó pensativo—. No. Suena grave...

            No  obstante,  creo  que  en  la  biblioteca  hay  algunos


            libros que podrían explicar...

                En ese momento, Lemuel Pigeon apareció delante de


            Isaac.

                —Lo  siento,  Ged  —interrumpió  el  humano  con

            premura—.  Lo  lamento  y  todo  eso,  pero  tengo  que


            hablar  ahora  mismo  con  Lemuel.  ¿Podemos  seguir

            después?

                Ged sonrió sin rencor y despidió a Isaac con la mano.




                —Lemuel, tenemos que hablar. Podría ser rentable.

                — ¡Isaac! Siempre es un placer tratar con un hombre


            de ciencia. ¿Cómo va la vida de la mente?

                Lemuel se recostó en su silla. Vestía sin gusto, con


            chaqueta  borgoña  y  chaleco  amarillo,  además  de  un

            pequeño sombrero.




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