Page 115 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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interés ante todo lo que encontrara.

                La biblioteca de Palgolak era por lo menos igual a la

            de  la  universidad  de  Nueva  Crobuzon.  No  hacía


            prestamos, pero sí admitía lectores a cualquier hora del

            día y de la noche, y había muy, muy pocos libros a los

            que  no  permitiera  el  acceso.  Los  palgolaki  eran


            proselitistas, y sostenían que todo aquello que un fiel

            conociera  era  de  inmediato  conocido  por  Palgolak,


            motivo por el que tenían el deber religioso de leer con

            avidez.  Pero  la  gloria  de  Palgolak  era  su  misión

            secundaria. La principal era la del conocimiento, por lo


            que habían jurado admitir en su biblioteca a cualquiera

            que deseara consultarla.


                Y  por  aquello  protestaba  Ged  con  suavidad.  La

            biblioteca palgolaki de Nueva Crobuzon disponía de la

            mejor colección de manuscritos místicos de todo Bas‐


            Lag, y atraía a peregrinos de una enorme variedad de

            tradiciones  y  facciones  religiosas.  Todas  las  razas

            creyentes se apiñaban en los límites septentrionales de


            la  Ciénaga  Brock  y  Hogar  de  Esputo,  ataviados  con

            túnicas  y  máscaras,  portando  látigos,  correas,  lupas,

            toda la gama de parafernalias devotas.


                Algunos  de  los  peregrinos  no  eran  precisamente

            agradables. La Progenie Divina y su violenta aversión


            por lo xenianos, por ejemplo, crecían en la ciudad, y

            Ged veía como un desgraciado deber divino el asistir a




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