Page 159 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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desdicha—. Ya te lo contaré todo.
Incluso se arriesgó a cogerle la mano brevemente
cuando volvieron la espalda a la feria.
Las tres pequeñas figuras desaparecieron en las
lóbregas calles de Sobek Croix, donde la luz de gas era
marrón y mortecina, cuando la había. Tras ellos, la
caótica barahúnda de color, metal, vidrio, azúcar y
dulce seguía vomitando ruido y contaminación
lumínica a los cielos.
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