Page 175 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 175

que  exploraban  el  tanque,  golpeando  a  su  paso.  La

            mujer se veía bañada por hipnóticas luces orgánicas.

            Pasó junto a una pequeña jaula cegada por un lienzo


            negro,           con        señales           de        advertencia               situadas

            ostentosamente                   en        todos          sus        costados,            con

            instrucciones  sobre  cómo  tratar  al  contenido.  Sus


            colegas  se  acercaban  y  alejaban  con  portapapeles,

            bloques  infantiles  de  colores  y  trozos  de  carne


            putrefacta.

                Frente  a  ella  se  habían  construido  unas  paredes

            temporales de madera negra, de siete metros de altura,


            que  rodeaban  un  espacio  de  unos  cinco  metros

            cuadrados. Incluso se había dispuesto un techado de


            hierro  corrugado.  En  la  entrada  de  aquella  estancia

            interior, cerrada con candado, aguardaba un guardia

            de blanco con la cabeza dispuesta de modo que pudiera


            soportar el peso de un extraño casco. A sus pies había

            otros cascos similares.

                La  mujer  asintió  al  guardia  e  indicó  su  deseo  de


            entrar. El hombre comprobó la identificación alrededor

            de su cuello.

                — ¿Sabe pues lo que hay que hacer? —preguntó en


            voz queda.

                Ella asintió y depositó con cuidado la caja en el suelo,


            después de comprobar que las cuerdas seguían firmes.

            Entonces tomó uno de los cascos a los pies del guardia




                                                           175
   170   171   172   173   174   175   176   177   178   179   180