Page 63 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 63
Señorita Lin: mi jefe quedó más que impresionado
con las muestras de su obra que nos enseñó su agente.
Se pregunta si estaría interesada en reunirse con él para
discutir un posible encargo. Esperamos sus noticias.
La firma era ilegible.
Gazid era una miasma y un adicto a casi todas las
sustancias, y hacía todo lo posible por asegurarse
dinero para drogas; pero aquello no tenía el aspecto de
un timo. No parecía haber doblez: había alguien rico en
Nueva Crobuzon dispuesto a pagar por su obra, y a
darle a él una comisión.
Lo había arrastrado fuera del bar, entre gemidos y
quejas consternadas, exigiéndole que le dijera qué
sucedía. Al principio, Gazid se mostró circunspecto y
pareció estar pensando en qué mentiras escupirle. No
tardó en darse cuenta de que tenía que decirle la
verdad.
—Hay un tipo al que compro de vez en cuando —
comenzó, inseguro—. Bueno, pues tenía las muestras
de tus estatuas por ahí... vamos, en la estantería,
cuando llegó, y le encantaron, y quería quedarse con
un par, y... bueno, y le dije, «vale». Y entonces, un poco
después, me dijo que se las enseñó al tipo que le vende
a él las cosas que a veces yo le compro, que se las
63

