Page 932 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Pengefinchess  empezó  a  correr,  tirando  de  su

            camarada.  Los  demás  la  siguieron  por  el  intrincado

            laberinto de callejuelas por el que habían llegado.


                Detrás  de  ellos,  el  aire  zumbaba  de  proyectiles.

            Chakris y hachas arrojadizas silbaban al pasar junto a

            ellos.


                Pengefinchess  corría  y  saltaba  a  velocidad

            asombrosa.  Ocasionalmente  se  volvía  y  disparaba


            hacia atrás, sin apenas molestarse en apuntar, antes de

            reanudar su carrera.

                — ¿Y los constructos? —gritó a Isaac.


                —Jodidos —resolló este—. ¿Sabes cómo regresar a

            las alcantarillas?


                Ella asintió y dobló una esquina abruptamente. Los

            demás  la  siguieron.  Mientras  Pengefinchess  se

            sumergía en las decrépitas callejuelas que rodeaban el


            canal en el que se habían escondido, Tansell se volvió

            de  pronto.  Su  rostro  había  cobrado  un  intenso  color

            rojo. Mientras Isaac lo observaba, un pequeño capilar


            estalló en el rabillo de su ojo.

                Estaba  llorando  sangre.  No  pestañeó.  No  se  la

            limpió.


                Al otro extremo de la calle, Pengefinchess se volvió

            y le gritó que no fuera estúpido, pero él la ignoró. Sus


            manos            y       sus        miembros               estaban            temblando

            violentamente. Alzó las nudosas manos e Isaac vio que




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