Page 127 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               hombre incómodamente anciano, con la resaca


               de una hibernación.



                  —Muy bien —dijo entre dientes—, ganaste. A


               partir  de  ahora  vamos  a  suponer  que  este


               planeta  es  la  Tierra.  Al  fin,  después  de  tanto


               tiempo, hemos llegado a la Tierra. Pero ¿cómo


               voy a descender?


                  Y resultó que Pirssa lo tenía todo calculado.






                  II





                  El  traje  espacial  de  Corbell  estaba  nuevo  y


               limpio.  Seguía  las  formas  del  cuerpo;  el  casco


               era  abultado  y  en  el  pecho  lucía  una  aguzada


               espiral blanca. No le hubiera sorprendido que el


               tiempo  transcurrido  lo  hubiese  estropeado.


               Llevaba  casi  doscientos  años  de  espera,  en


               tiempo de a bordo.



                  Salió por la esclusa con la vaga impresión de


               que  se  dirigía  hacia  su  muerte.  Nunca  había


               practicado esa maniobra… y en verdad el traje


               se desempeñaba mejor que él. Jadeante, sudado,


               con  el  pulso  que  batía  irregularmente  en  sus


               oídos, maniobró en el extremo de una cuerda y


               se volvió para echar una mirada al Don Juan.



                  El  pulido  de  la  plata  se  había  vuelto  opaco.


               Corbell hizo una mueca al descubrir un enorme

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