Page 181 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               sonido seco y sordo, casi inaudible, más allá del


               extremo metálico del coche.



                  La puerta de vidrio, y la otra puerta de metal,


               se  abrieron  al  mismo  tiempo.  Corbell  acababa


               de  levantarse  cuando  el  estampido  le  lanzó


               hacia atrás.


                  A veces uno llega al final de un largo viaje a


               pie  con  los  músculos  doloridos  y  la  mente


               completamente  vacía,  con  excepción  de  la



               necesidad  de  seguir  caminando,  cueste  lo  que


               cueste.  Más  o  menos  en  ese  estado  de  ánimo,


               Corbell  se  levantó  y  avanzó  renqueando  hacia


               las puertas. Le zumbaban los oídos. Le dolía la


               cabeza  allí  donde  se  había  golpeado  con  el


               casco. Enderezó la espalda. Se sentía estúpido:


               el estampido del aire al irrumpir en el vacío no


               debía haberle tomado tan por sorpresa.


                  —¡Pirssa!  —llamó—.  Aquí  Corbell  por  sí



               mismo. Contesta si puedes.


                  Nada.  ¿Dónde  diablos  estaba  Pirssa?  Ya  no


               había nada que bloqueara el sonido.


                  Meneó  la  cabeza.  No  le  quedaba  nada  por


               hacer, salvo seguir deambulando a través de las


               sorpresas hasta que éstas le detuvieran.


                  Hacia  atrás,  en  un  gran  espacio  abierto,  se



               divisaban luces mortecinas. Distinguió salas de


               espera,  sillones  y  las  líneas  débilmente

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