Page 185 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


               olvidado  el  nombre  del  amiguito  a  quien


               pertenecía;  piel  lujuriosa  y  abundante,  cola



               espesa, larga, esponjosa. Multiplicando por tres


               la  cola  de León y  adhiriéndola  a su  cabeza, se


               habría obtenido un animal como aquél.


                  Pero  ¿cómo  era  posible  que  la  evolución


               hubiera  privado  a  los  gatos  de  sus  patas?  Era


               increíble;  resultaba  más  fácil  suponer  que


               alguien había alterado los genes de un gato en



               algún momento de los últimos tres millones de


               años.


                  La mujer se detuvo ante él, apuntándole con el


               bastón entre los ojos. Habló.


                  Corbell meneó la cabeza y la cama se rizó en


               ondas.


                  La  mano  de  la  mujer  se  puso  tensa  sobre  el


               bastón.  No  se  veía  ningún  gatillo,  pero  debió


               haberlo  apretado,  pues  Corbell  entró  en  un



               verdadero tormento. No se trataba de tormento


               físico. Era pena, rabia impotente, culpa. Habría


               deseado morir.


                  —¡Basta! —gritó—. ¡Basta!


                  La comunicación se había iniciado.





                  Se llamaba Mirelly‐Lyra Zeelashisthar.



                  Seguramente  tenía  una  computadora  en


               alguna parte. La caja que instaló en la cabecera

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