Page 186 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
de la cama era demasiado pequeña y sólo debía
ser una prolongación de ella. Mientras Corbell
hablaba (incoherentemente al principio,
balbuceando sólo para que no volviera a utilizar
el bastón), el aparato hacía de intérprete.
Hablaba a Corbell en su propia voz, a Mirelly‐
Lyra en la de ella.
Intercambiaron sustantivos. Mirelly‐Lyra
señalaba ciertas cosas y las nombraba; Corbell
lo hacía en su propio idioma. Pero no disponía
de sustantivos para designar a algunos de los
objetos que había en ese cuarto. Llamó
«colagato» a la serpiente peluda, y «cabina
telefónica» a la cabina de transporte
instantáneo.
Ella instaló una pantalla, una especie de
televisor que se desenrollaba como si fuera un
cartel. Debía ser otro vínculo de computación.
Le mostró varias imágenes y el vocabulario se
fue ampliando.
—Dame de comer —dijo él, cuando el hambre
sobrepasó al temor.
Cuando ella al fin comprendió, le puso un
plato delante y le dejó libre una mano. Bajo su
atenta mirada y la amenaza del bastón, Corbell
comió, eructó y volvió a comunicarse.
—Más.
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