Page 214 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
dictadores mientras la vieja y frágil Mirelly‐
Lyra aguardaba sentada en una mecedora.
Tenía sentido.
Pero Mirelly‐Lyra estaba loca.
El vehículo giró violentamente y pasó por
debajo de algo grande y sólido. Corbell volvió
la mirada. Insertada en la calle como la espada
de un titán, una viga en forma de Z, tan larga
como los edificios de Ciudad Cuatro.
El coche redujo la marcha y se detuvo frente a
la fachada rectangular de un edificio de
oficinas. Corbell aflojó su mortal tensión. La
vieja le azuzó con el bastón, indicándole que
saliera. Obedeció, y ella le siguió también.
Las ventanas de aquella fachada no eran
rectangulares; los cristales (que en su mayoría
faltaban) estaban dispuestos como los de una
vidriera. Había dibujos sobre las grandes
puertas de vidrio. Corbell, estremecido aún por
los efectos del terror, trató de sobreponerse.
Necesitaba recordar aquel sitio; podía servirle
como punto de referencia. Dos comas cruzadas,
una S al revés, un reloj de arena puesto de lado
y hundido en los extremos y una pi torcida.
Dos hileras de puertas se hundieron en el piso
para darles paso; en seguida volvieron a
levantarse. Mirelly‐Lyra le condujo por un
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