Page 440 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
La mujer se calló todo lo que tenía en la punta
de la lengua. Estaba auténticamente
desesperada: entró a la cabina. En ese momento,
Corbell captó una muda mirada de Gording y
señaló hacia la cabina sin puertas. El polvo que
flotaba allí se espesó súbitamente. Gording
sonrió, exclamando:
—¡Ah!
También la Norn había captado aquel gesto,
pero no comprendía. Corbell borboteaba
explicaciones:
—¡Son moléculas inertes de tus células! Las
medicinas químicas no pueden llegar a esa
materia, pero la «cabina telefónica» sí. Sólo
recoge esas moléculas muertas y las transporta
instantáneamente. Es todo lo que se acumuló en
tu cuerpo a lo largo de noventa años de vida.
¿Entiendes ahora?
—Pero no me siento distinta —objetó ella,
vacilante.
—Pues debería ser así. A mí me pasó. Fue
como si hubiese repuesto energías, pero tal vez
era porque yo estaba huyendo para salvar la
vida. No se trata de nada aparente. ¿Qué
esperabas? Dentro de un par de días tendrás
raíces oscuras en el pelo.
—Rojas —dijo ella—. De un rojo furioso.
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