Page 234 - Kraken - China Mieville
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—De acuerdo —dijo Baron—. Tampoco es lo
que nos interesa averiguar. Muy bien, damas y
caballeros, ¿qué sabemos acerca de los métodos de
nuestros sospechosos? ¿Vemos aquí algún
movimiento característico? Aquí la cuestión tiene
que ver con Goss y Subby.
Goss y Subby. ¡Goss y Subby!
Collingswood estaba segura de que no se
equivocaba. Anders Hooper era un buen
origamista, pero la razón principal por la que
había conseguido el trabajo era porque era nuevo,
joven y no conocía a su cliente.
No era más joven que ella, desde luego, pero,
tal y como había dicho Vardy en severo
reconocimiento, «Collingswood no cuenta». Tal
vez sus investigaciones se salieran de lo común, y
su aprendizaje fuera parcial, pero Collingswood se
tomaba muy en serio el conocimiento del mundo
en el que operaba. Leía sus historias de manera
caótica, pero las leía. ¿Cómo no iba a conocer a
Goss y Subby?
La memorable parranda de «Cabras del Soho»
con Crowley, que se había saldado con un
cuádruple asesinato, recuerdos de las fotografías
que aún obligaban a Collingswood a cerrar los
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