Page 356 - Kraken - China Mieville
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Una delegación de gordos escarabajos iba
desde Pimlico, siguiendo una ruta que coronaba
muros y se sumergía en las aceras, hasta un taller
de Islington. Eran porteadores de tinta, pequeñas
cosas esclavizadas, sujetos experimentales
imbuidos de poderes temporales como parte de la
escritura, a manos de un erudito, de un exhaustivo
volumen de una escuela de magia, El
Entomonomicón. El hombre había suspendido su
tarea porque, pese a que uno a uno eran más tontos
que un saco de piedras, los insectos se habían
colectivizado bajo un campo gestáltico, pensaban
como un solo cerebro, y estaban en huelga.
Por donde pasaban había aves sobrevolando
en círculos el ayuntamiento. En esta improbable
bandada (un búho, varias palomas, dos cacatúas
salvajes) eran todos familiares, de un rango lo
bastante alto como para estar empapados de
considerables porciones de la influencia de sus
amos y amas. Protestaban en un lugar en el que
trabajaban varios hechiceros particularmente
explotadores, que ahora se veían en apuros,
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