Page 478 - Kraken - China Mieville
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Esa noche, por fin, Billy volvió a soñar. Había
tenido un vago sentimiento de culpa por la falta de
percepciones oníricas. Pero finalmente tuvo un
sueño merecedor de llamarse así, más allá de las
difusas sensaciones de consentida oscuridad, frío,
titileo, pesadez, estasis y hedor químico que de
otra forma inundaba su cabeza nocturna.
Había estado en una ciudad. En una ciudad y
escalando edificios a toda velocidad, y saltando,
saltando edificios altos de una vez, haciendo
movimientos de nado para surcar el aire nítido por
encima de los rascacielos. Vestía ropas luminosas.
—Para —le gritaba a alguien, una figura que
surgía sigilosa por las ventanas rotas de un gran
almacén iluminado por focos policiales, y donde el
humo de un fuego ondeaba como un líquido
oscuro bajo el agua. Estaba Collingswood, la joven
bruja policía, fumando, reclinada contra la pared,
ajena al crimen cometido a su espalda, que
reparaba en Billy cuando este descendió, paciente
y burlona. Señalaba el punto de donde él procedía.
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