Page 479 - Kraken - China Mieville
P. 479
Señalaba hacia el lugar opuesto y sin mirar a su
alrededor.
Billy se sumergía grácilmente. Detrás de
Collingswood veía alzar la vista a una némesis de
mago robótico genial, y Billy sentía el calor del sol,
sabedor de que su acompañante iba a venir.
Esperaba a ver los brazos musculosos, los
tentáculos recubiertos de licra, saliendo de detrás
del edificio, su secuaz tras su máscara.
Pero algo no iba bien. Oyó un estruendo, pero
no había brazos absorbentes desenroscándose, ni
miembros fibrosos que se aferraran, ni un enorme
ojo como los del perro de El encendedor de yesca. En
cambio, había una botella. Detrás del enemigo. Su
cristal era oscuro. Su tapón estaba viejo y corroído,
pero no se descorchaba. Y supo de repente, y con
una suerte de alivio, que no se trataba de su
secuaz, sino que era él mismo el que lo era del otro.
Cuando se despertó, Billy sintió una
culpabilidad distinta. Y el elemento kitsch de los
sueños. Sintió que el universo, exasperado, le
estaba dando una percepción insultantemente
nítida que, sencillamente, se le escapaba.
—¿Qué sucede cuando mueres? —dijo Billy.
478

