Page 691 - Kraken - China Mieville
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—Estoy contigo —dijo. Miró el arma.
Carraspeó hasta que su voz recobró cierta
normalidad—. Sigue funcionando.
—No podemos salir por ahí —dijo Billy.
Como respondiendo a su sentencia, el mar
efectuó un movimiento de resaca y retrocedió muy
rápido, lo suficiente como para arrastrar un
pedazo de suelo. Dejó un agujero en el centro de la
estancia, un hueco resbaladizo y sucio, del tamaño
de otra habitación, roto por los extremos de las
cañerías y las ruinas de mampostería. El mar
volvió a salirse con violencia y abrió un boquete a
su paso, que regaba desde el foso hasta el extremo
de alguna cloaca medio usada o algún antiguo filo
de agua, y que se abría hacia el laberinto.
—¿Puedes? —dijo Billy, y lo agarró. Dane
asintió. Se aferraron el uno al otro y salieron
corriendo por una pendiente fría y peligrosa hacia
el barro y el agua de mar en retroceso,
adentrándose en la caverna.
Miraron hacia arriba a través de las tuberías
chivatas y el lodo líquido del enladrillado, la sucia
cascada, hacia la lobreguez de la sala. Asomaban
rostros por el borde. Billy y Dane dispararon
descargas, aullando, apartándose de la vista los
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