Page 35 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
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irregulares y ahusadas como colmillos, un racimo de
siete rostros esculpidos en sus proas, los mismos
semblantes que adornan todas las estructuras de la
Sobornost, los Fundadores: reyes divinos con un
billón de súbditos. Hubo una época en que salía de
copas con ellos.
Se acercan los arcontes.
—Hicieras lo que hicieses —dice Perhonen—, parece
que quieren que vuelvas.
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El ladrón y los arcontes
¿QUÉ fue lo que hice?
El corazón de Mieli martillea en su pecho mientras el
nido del piloto la abraza. Algo salió mal en la prisión.
Pero todo era igual que en las simulaciones. ¿Por qué nos
persiguen? Activa el autismo de combate integrado en
su ser por la pellegrini. La envuelve como un manto
frío, transforma el mundo en vectores y pozos de
gravedad. Su mente se funde con la de Perhonen,
aumentando su velocidad de pensamiento.
Objetos: Perhonen.
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