Page 38 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
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el cortafuegos de Perhonen hasta que Mieli lo incinera
con los láseres antimeteoritos.
—Eso ha dolido —dice Perhonen.
—Me temo que esto te dolerá mucho más.
Quema toda la v‐delta de su antimateria de
emergencia en una sola descarga, propulsando la
nave hacia el pozo de gravedad baja de 2006RJ103. La
piel de Perhonen protesta cuando los antiprotones del
anillo de almacenamiento magnético se transforman
en abrasadores chorros de plasma. Desvía parte de la
energía para incrementar las fuerzas de cohesión de
las barras de materia programable del casco. Los
arcontes las siguen sin esfuerzo, acortando distancias,
disparando de nuevo.
Perhonen se desgañita alrededor de Mieli, pero el
autismo mantiene su mente enfrascada en la tarea que
la ocupa. Con una orden mental, fabrica un torpedo
de puntos‐q con la materia extraña de la diminuta
armería de Perhonen y lo dispara contra el asteroide.
Se produce un estallido fugaz en el campo de spimes,
rayos gamma y bariones exóticos. A continuación, el
pedazo de roca se convierte en un surtidor de luz, un
destello relampagueante sin fin. El campo se esfuerza
por mantenerse a la par, se convierte en estática y se
apaga. Volando a ciegas, Mieli vuelve a desplegar las
alas de Perhonen. El huracán de partículas provocado
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