Page 671 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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Alpash  y  los  suyos.  Viejo,  soy  viejo,  y  de  tantas


              formas.  Viejo,  pero  aún  lo  suficientemente  vital


              como para sobrevivir a la propia nave arca, según

              estaban las cosas.



              Se dio cuenta de que no podía sacar nada en claro


              de  la  mayoría  de  los  mensajes.  Eran  casi  todos


              muy débiles, y asumió que debían estar siendo

              enviados desde el planeta en todas direcciones,


              simplemente radiando al espacio.



              O  más  bien,  rebotando  en  el  planeta.  No


              enviados,               claro,          no         enviados.               Parpadeó,

              incómodo pero sin saber por qué. Pero fuera cual


              fuera su origen, estaban tan alejados de cualquier


              cosa que conociera que no podía ni siquiera estar


              seguro de que fueran mensajes en ningún tipo de

              código o lenguaje. Solo una persistente impresión


              de que estaban estructurados lo convencía de que


              no eran simplemente una interferencia natural o

              ruido blanco.



              Los otros, sin embargo, eran más intensos, y los


              análisis recientes realizados por la tribu sugerían


              que  podrían  estar  dirigidos  a  la  línea  de

              aproximación  de  la  Gilgamesh,  como  si  Kern


              estuviera  usando  el  planeta  como  una  caja  de


              resonancia                para           dirigirles             sus         peroratas

              incomprensibles.  O  bien  el  propio  planeta  les


              estaba gritando.



              ¿El planeta les estaba gritando?








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