Page 236 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
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—Oye,  Hitchcock,  ser  mejor  que  veas  al  doctor


           Edwards. Creo que necesitas un poco de atención.



           —No. Estoy bien. Y además, ¿quién es el doctor?


           ¿Puedes  demostrarme  que  hay  un  doctor  en  el

           cohete?



           —Bueno. Basta con que lo llame.



           —No. Quiero decir desde aquí, en este instante. No


           puedes probarlo, ¿no es cierto?



           —No, no sin moverme.



           —Ya lo ves. No tienes ninguna evidencia mental.

           Eso  busco,  una  evidencia  mental  que  yo  pueda


           sentir. La evidencia física, las pruebas exteriores no


           me interesan. Quiero algo que se pueda llevar en la


           mente, y tocar, y oler, y sentir. Pero no es posible.

           Para creer en algo tienes que llevarlo contigo. Y la


           Tierra y los hombres no te caben en los bolsillos de


           tu traje. Yo quisiera hacer eso, llevarme todas las


           cosas conmigo. Así podría creer que existen. Qué

           pesado  y  difícil  tener  que  salir  en  busca  de  algo,


           algo  terriblemente  físico,  para  poder  probar  su


           existencia. Odio los objetos físicos. Los dejas atrás y


           ya no puedes creer en ellos.


           —Ésas son las reglas del juego.



           —Quiero  cambiarlas.  ¿No  sería  magnífico  poder


           demostrar  la  existencia  de  las  cosas  sólo  con  la


           mente,  y  saber  así,  con  toda  certeza,  que  están


           siempre  en  su  sitio?  Me  gustaría  saber  cómo  es






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