Page 235 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
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—¿Cómo lo pasamos todos? Necesitaban hombres.
El espacio asusta a cualquiera. Así que admiten a
muchos fronterizos.
—Hitchcock no es un fronterizo —dijo alguien—.
Ha caído en un pozo sin fondo.
Esperaron otros cinco minutos. Hitchcock no
volvía. Al fin Clemens se levantó, salió de la
cámara, y empezó a subir por la escalera de caracol
que llevaba al entrepuente. Hitchcock estaba allí,
acariciando los mamparos.
—Está aquí —dijo.
—Claro que está.
—Temí que no estuviera.—Hitchcock miró
fijamente a Clemens—. Y tú estás vivo.
—Desde hace mucho tiempo.
—No —dijo Hitchcock—. No, sólo ahora, en este
instante, mientras puedo verte. Hace un momento
no eras nada.
—Sí para mí.
—Eso no importa. No estabas conmigo —dijo
Hitchcock—. Sólo eso importa de veras.
¿Está abajo la tripulación?
—Sí.
—¿Puedes probarlo?
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