Page 278 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
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—Oh, me alegra mucho que haya venido. No sabe
usted cuánto me alegra.
Bebieron el aromático y oscuro café en vasos de
aluminio.
Era mediodía. Habían estado hablando durante
toda la cálida mañana.
—¿Y esa habilidad tuya? —preguntó Saul por
encima de su vaso, mirando fijamente al joven
Leonard Mark.
—Nací con ella —dijo Mark con los ojos puestos en
su bebida—. Mi madre se encontraba en Londres en
el año 57, cuando estalló la ciudad. Nací diez meses
más tarde. Mi habilidad… no sé qué es. Telepatía y
transmisión de pensamiento, me imagino. Me
ganaba la vida en los teatros. Viajaba alrededor del
mundo. Leonard Mark, la maravilla mental, decía
la propaganda. Me las arreglaba muy bien. Casi
todos creían que yo era un charlatán. Ya sabes cómo
se piensa generalmente de la gente de teatro. Sólo
yo sabía que no había trampa; pero no se lo decía a
nadie. Era mejor así. Oh, algunos de mis amigos
más íntimos conocían la verdad. Tengo muchas
habilidades. Ahora que estoy en Marte podré
emplearlas de veras.
—Me asustas realmente —dijo Saul, con el vaso
inmóvil en la mano—. Cuando Nueva York salió
del suelo, creí que me había vuelto loco.
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