Page 130 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
P. 130
celebrado algunos funerales masivos con ataúdes
cerrados, pero no demasiados. Era difícil controlar
esos dispositivos. Si una persona comía o bebía
uno, podría acabar en su cuerpo, y luego podría
llegar a la cadena alimentaria y ser reciclado en el
cuerpo de alguien que te cayese bien. Pero el
mayor problema era el sistema inmunológico del
anfitrión, que provocaba la suficiente alteración
histológica como para advertir a la víctima.
Lo que funcionaba en el cuerpo podría
funcionar en otro sitio, que era la razón por la que
las phyles tenían ahora sus propios sistemas
inmunológicos. El paradigma del escudo
impenetrable no funcionaba en el nanonivel; uno
tenía que tirar por el camino de en medio. Un en‐
clave bien defendido estaba rodeado de una zona
de control aéreo infestada con inmunóculos:
aeróstatos microscópicos diseñados para buscar y
destruir invasores. En el caso de Atlantis/Shanghai
esa zona nunca era menor de veinte kilómetros. El
anillo más interior era un cinturón verde a ambos
lados de la red de perros, y el anillo más externo
eran los Territorios Cedidos.
Siempre había niebla en los Territorios Cedidos,
porque todos los inmunóculos en el aire servían
como núcleos para la condensación del vapor de
130

