Page 127 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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parte  de  la  red,  las  vainas  se  codificaban  a  sí


              mismas y se convertían en recuerdos instantáneos.





                  Esa aproximación amable no significaba que las


               alteraciones de la red no fuesen conocidas, o que


               se aprobasen esas actividades. Podías atravesar la


               red siempre que quisieses llevándote unas pocas


               vainas, a menos que la Seguridad Real le hubiese


               dicho a las vainas que te electrocutasen o que te


               convirtiesen en polvo. Si así fuese, te informarían


               amablemente antes de hacerlo. Incluso en su modo


               más pasivo, los aeróstatos vigilaban y oían, así que


               nada atravesaba la red de perros sin convenirse


               instantáneamente en una celebridad para cientos


               de fans uniformados en el Mando de la Fuerzas


               Reales.





                  A menos que fuese microscópico. Los invasores


               microscópicos  eran  la  amenaza  más  importante


               hoy en día. Sólo por nombrar un ejemplo, estaba la


               Muerte Roja, también conocida como Especial de


               Siete           Minutos,                 una            diminuta                 cápsula


               aerodinámica que se abría al chocar y que liberaba


               unos  miles  de  cuerpos  del  tamaño  de  un


               corpúsculo,  conocidos  coloquialmente  como


               ralladores, en la corriente sanguínea de la víctima.


               Le  lleva  unos  siete  minutos  a  la  sangre  de  una


               persona normal  recorrer  todo  el  cuerpo,  así que


                                                                                                          127
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