Page 324 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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y luego dos, y luego uno, y después ninguno, y la
única pregunta por contestar era en qué orden nos
iríamos. Podríais pensar que eso sería terrible y
deprimente, pero no era en realidad tan malo; al
ser dinosaurios, no invertíamos demasiado
tiempo ponderando lo imponderable, si sabéis lo
que quiero decir, y en cierta forma era divertido
esperar para ver cómo acababa todo. La
suposición general era, creo, que Ankylosaurio
sería el primero, pero Utah y yo nos hubiésemos
matado en un instante.
Así que nos enfrentamos los unos a los otros en
aquella playa, Utahraptor, Ankylosaurio y yo en
un triángulo perfecto con Pteranodon volando
por encima.
Después de mirarnos a la cara durante algunas
horas, noté por el rabillo del ojo que las lomas al
norte y al sur se movían como si estuviesen vivas.
De pronto hubo un sonido brutal en el aire a
nuestro alrededor, y no pudimos evitar levantar
la vista, aunque yo mantuve un ojo sobre
Utahraptor. El mundo había sido un lugar tan
silencioso y muerto durante tanto tiempo que nos
sorprendía el sonido y el movimiento, y ahora
parecía que el aire y la tierra habían vuelto a la
vida, justo como en los días anteriores al cometa.
El ruido en el aire estaba causado por una gran
bandada de minúsculos pteranodones, aunque en
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