Page 329 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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lo suficiente al comerme los otros dos, quizá fuese
los suficientemente fuerte para derrotar a
Ankylosaurio.
—¡No, no, no! —gritó el Rey de las Musarañas—
. A esto me refería cuando dije que los reptiles
estabais obsoletos. Ya no se trata de ver quién es el
mayor y el más fiero.
—Ahora se rrara de cooperación, organización
y regimentación —dijo la Reina de las Hormigas.
—Ahora se trara del cerebro —dijo el Rey de las
Musarañas.
—Ahora se trata de la belleza, la gloria, el
maravilloso vuelo inspirado —dijo el Rey de las
Aves.
Eso precipitó otra chirriante disputa entre los dos
Reyes y la Reina. Todos tenían poca cuerda, y
probablemente hubiese habido problemas si una
ola no hubiese traído un par de cadáveres de
ballenas y elasmosaurios muertos a la playa. Como
podéis imaginar, caímos sobre esos regalos con
gusto, Y mientras me comía mi parte, también me
las arreglé para tragar innumerables pájaros,
musarañas y hormigas que se alimentaban del
mismo trozo que yo.
Después de que todos nos hubiésemos llenado
los estómagos y nos hubiésemos calmado, los
Reyes y la Reina retomaron la discusión.
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