Page 326 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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un  instante,  se  arremolinaban  alrededor  de  sus


               patas y cola y le mordían la carne. Una plaga de


               musarañas. Estaba tan confundido que me paré.


                  Eso fue un error, pronto sentí en mis patas y cola


              como millones de pinchazos. Girándome, vi que el


              lado sur estaba cubierto de hormigas, millones de


              ellas,  y  aparentemente  estaban  decididas  a


              devorarme. Mientras tanto Ankylosaurio lanzaba


              y golpeaba con su bola de hueso por todos lados


              sin  ningún  efecto,  porque  las  hormigas  se  le


              subían también al cuerpo.


                 Bien, muy pronto las musarañas, las hormigas y


              los  pájaros  empezaron  a  encontrarse  y  pelearse


              entre ellos, así que declararon una tregua. El Rey


              de las Aves, el Rey de las Musarañas y lo Reina de


              las  Hormigas  se  reunieron  a  parlamentar  sobre


              una roca. Mientras tanto dejaron a los dinosaurios


              en paz, viendo que en cualquier caso estábamos


              atrapados.


                 La  situación  me  pareció  injusta,  así  que  me


              acerqué a la roca en la que aquellos despreciables


              micromonarcas hablaban, a poco más de un kiló‐


              metro por minuto, y dije:


                 —¡En! ¿No vais a invitar al Rey de los Reptiles?


              Me miraron como si estuviese loco.


                 —Los Repriles se han quedado obsoletos —dijo


              el Rey de las Musarañas.






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