Page 331 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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e incluso si podía aplastarlas a todas, habría más
bajo tierra, que sin duda era donde vivía el Rey.
Vadeé el río y viajé por el Reino de los
Cucarachas durante tres días hasta que crucé otro
río y entré en el Reino de los Abejas. Aquel lugar
era más verde que ninguno que hubiese visto en
mucho tiempo, con muchas flores y abejas por
todas partes llevando néctar a las colmenas, que
eran tan grandes como casas.
Eso me dio una idea. Derribé varios árboles
huecos llenos de miel, los arrastré hasta el Reino de
las Cucarachas, los abrí e hice caminos de miel
hasta el océano. Las cucarachas siguieron el rastro
hasta el borde del agua donde las olas las
hundieron y las ahogaron. Durante tres días vigilé
la playa mientras el número de cucarachas se
reducía y, finalmente, al tercer día el Rey de las
Cucarachas salió de su salón del trono para ver
adonde había ido todo el mundo. Lo subí a una
hoja y, atravesando el río, lo llevé al norte, al Reino
de las Hormigas, para sorpresa de la Reina.
Después me pusieron al cuidado del Rey de las
Aves. Él y su charlatán y gorgoteante ejército me
llevaron oalas montañas, por encima de las nieves,
Y yo estaba seguro de que me congelaría hasta
morir. Pero mientras seguíamos subiendo de
pronto hubo más color, cosa que no entendí hasta
que comprendí que nos aproximábamos a un
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