Page 421 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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sorbo y se quedó dormido instantáneamente sobre
la silla.
—Misión cumplida —dijo el hombrecillo,
quitándose la chistera con un suspiro, mostrando
un juego de largas orejas peludas; porque no ero
otro que Pedro disfrazado.
La Princesa Nell fue corriendo a la cocina para
contárselo o Dinosaurio, quien estaba sentado al
lado del fuego con uno larga estaco que metía en
el carbón y daba vueltas para sacarle punta.
—¡Duerme! —murmuró lo Princesa Nell.
Miranda, sentada en el escenario del Parnasse,
sintió un gran alivio al ver la línea que apareció a
continuación en el apuntador. Respiró
profundamente antes de decirla, cerró los ojos, se
calmó e intentó situarse en el Castillo Tenebroso.
Miró a la Princesa Nell a los ojos y acompañó la
línea con todo el talento y la técnica que poseía.
—Bien —dijo Dinosaurio—. ¡Entonces ha
llegado la hora para que tú y Horv huyáis del
Castillo Tenebroso! Debéis ir con cuidado. Yo iré
más tarde y me uniré a vosotros.
Por favor, sal de ahí. Por favor, corre. Sal de esa
cámara de los horrores donde has estado viviendo,
Nell, y vete a un orfanato o a una estación de
policía o a algún sitio, y te encontraré. No importa
dónde estés, te encontraré.
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