Page 419 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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—Es nuestro vecino —dijo la Princesa Nell—.
Viene a visitarnos todas las tardes. Por favor,
permita que se siente al lado del fuego.
El barón miró receloso, pero en ese momento
Harv puso un delicioso pastel de queso y fresas
frente a él, y se olvidó por completo del hombre
pequeño, hasta unos minutos después, cuando la
voz aguda sonó de nuevo:
Hubo una vez un barón llamado Dun
que era fan fuerte que no se le podía
herir y que podía luchar con un oso;
pero creo que después de dos o tres
bebidas como un niño dormía en la
camita.
—¿Quién se atreve a burlarse del barón? —rugió
el barón Burr, y bajó la vista para ver al nuevo
visitante apoyándose despreocupado en el bastón
con un vaso en alto como si brindase a su salud.
Su Majestad, no se moleste
y por favor váyase ya
a la cama; porque ha sido un largo día
y está en mala forma
y pronto sus pantalones mojará.
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