Page 433 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
P. 433
Primero se volvió hacia Gwen. Todavía tenía el
aspecto anonadado y vacío que había mantenido
más o menos consistentemente desde que le había
dicho que había recibido una nueva misión «cuya
naturaleza no puedo divulgar, excepto para decir
que afecta al futuro, no sólo de mi departamento o
de John Zaibatsu, sino de toda la phyle en la que
has tenido la buena fortuna de nacer y a la que yo
he jurado lealtad eterna» y que se iba en un viaje
«de duración indefinida» a Norteamérica.
Últimamente había quedado claro que Gwen,
simplemente, no lo entendía. Al principio, eso
molestó un poco a Hackworth, que lo veía como
una limitación intelectual hasta ahora no
manifestada. Más recientemente, había entendido
que estaba más relacionado con una posición
emocional. Hackworth se embarcaba en un viaje de
descubrimiento, una empresa juvenil, todo muy
romántico. Gwen no había sido educada con la
dieta adecuada de grandes aventuras y, sim‐
plemente, encontraba toda la situación
incomprensible. Ella lloró un poco, le dio un beso
y un abrazo rápidos, y se echó atrás, habiendo
completado su papel en la ceremonia con nada que
se pareciese al histrionismo. Hackworth,
sintiéndose algo contrariado, se puso en cuclillas
para mirar a Piona.
433

