Page 438 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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en el microcamarote, sufrió otro ataque de
temblores, y se recordó que aunque su espíritu
estuviese dispuesto, su carne era demasiado débil.
Otra posible explicación para los escalofríos era
que los nanositos del Doctor X buscaban y
destruían los que las Fuerzas Unidas de Su
Majestad le habían puesto ahí, luchando una
guerra dentro de su cuerpo, y el sistema
inmunológico hacía horas extra intentado limpiar
la carnicería. Hackworth inesperadamente se
quedó dormido incluso antes de que el galeón se
soltase de su amarre, y soñó con los artilugios
asesinos que había visto magnificados en el
mediatrón del Doctor X durante su primera visita.
De forma abstracta daban bastante miedo. Tener
un par de millones de ellos en sus venas no
facilitaba su tranquilidad mental. Al final no era
tan malo como saber que su sangre estaba llena de
espiroquetas, con las que la gente solía vivir
durante décadas. Era sorprendente a lo que la
gente se podía acostumbrar.
Una vez en la cama, oyó un sonido, como
campanas de hadas. Venía de la pequeña pluma
que llevaba colgando de la cadena del reloj, e
indicaba que tenía correo. Quizás una nota de
agradecimiento de Piona. De todas formas no
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