Page 436 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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Hackworth había recibido un requerimiento del


               Reino  Celeste.  Ahora  se  dirigía  al  territorio


               todavía  conocido  vagamente  como  América.


               Tenía los ojos rojos de llorar por Gwen y Piona, y


               su  sangre  estaba  llena  de  nanositos  cuyo


               propósito  sólo  era  conocido  por  el  Doctor  X;


               Hackworth  se  había  echado  atrás,  cerrado  los


               ojos,  levantado  una  manga  y  murmurado


               «Gobierna,  Atlantis»  mientras  los  médicos  del


               Doctor X (al menos esperaba que fuesen médicos)


               le clavaron una gruesa aguja en el brazo. La aguja


               estaba conectada a un tubo que iba directamente a


               un  compilador  de  materia;  Hackworth  estaba


               conectado directamente a la Toma, no la regulada


               de Nueva Atlantis sino la de mercado negro del


               Doctor X. Sólo podía esperar que le hubiesen dado


               las  instrucciones  correctas,  porque  sería  una


               desgracia  que  en  su  brazo  se  materializase  una


               lavadora,  un  palillo  mediatrónico  o  un  kilo  de


               porcelana china. Desde entonces había tenido un


               par de ataques de escalofríos, lo que sugería que


               su sistema inmunológico reaccionaba a algo que el


               Doctor X había puesto allí. Su cuerpo se acabaría


               acostumbrando o (preferiblemente) destruiría los


               nanositos.





                  La nave aérea era un galeón, el tipo de nave de


               pasajeros más grande. Estaba dividida en cuatro


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