Page 257 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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de la fuente era un islote como de ladrillo adorna‐

               do  con  numerosas  cañerías  y  redomas,  mientras

               que la fuente misma tenía una decoración de hojas,


               ramajes y frutos de cerámica. Un faisán y un pavo

               real se habían posado en aquellas ramas. Chorros

               de agua brotaban a diferentes alturas, saliendo de


               pitorros  tan  delgados  como  floretes,  que  así  deja‐

               ban  caer  espadas  blandas  de  líquido  que  iban  a

               turbar la tranquilidad de las aguas del estanque y


               se sumaban a las ondas causadas por una bandada

               de patos salvajes que chapoteaban entre los juncos


               de la otra orilla; y también por un desfile de otras

               criaturas que entraban y salían del agua hacia una

               serie  de  cuevas  en  la  roca,  que  parecía  un  panal


               lleno de ranas, salamandras, ajolotes, tortugas y ga‐

               lápagos.  Entre  los  más  pequeños  se  paseaba  una


               garza que de vez en cuando arqueaba el cuello pa‐

               ra  apoderarse  de  una  sabandija  y  metérsela  en  el

               gaznate. Parecía como si controlase la calidad de la


               producción, o como si fuese obligado que hubiera

               un  recordatorio  de  la  muerte,  aunque  sólo  fuese

               uno, para contrarrestar tanta ebullición de vida.


                      A un lado de la orilla rocosa crecía un bosque‐

               cillo de naranjos; al otro, prados segados se exten‐

               dían hacia un horizonte de colinas azules cortadas


               a  pico,  como  si  fuesen  de  pedernal.  En  la  llanura

               pastaban los antílopes, y un elefante solitario, blan‐

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