Page 301 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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El joven Sean llevaba pantalón corto y chaque‐
ta de colegial. Tenía las rodillas huesudas. Sus de‐
dos tironeaban perezosamente un hilo suelto de la
insignia bordada en el bolsillo superior de la cha‐
queta. El emblema cataba formado por naves espa‐
ciales cruzadas, con una divisa latina al pie:
PROIECTIO. El joven Sean tenía un proyecto en
perspectiva...
Estaba sentado, como acabó por descubrir, en
medio de una inmensa malla tridimensional hecha
de pupitres vados, que se extendía hacia arriba, ha‐
cia abajo, en todas direcciones. Notaba la existencia
de un suelo, aunque no podía verlo, puesto que
descansaban en él sus pies lo mismo que las patas
de su pupitre y las de todos los demás pupitres de
su propio plano cuasi‐infínito. Otros planos inefa‐
bles se sucedían por arriba y por abajo, casi infini‐
tamente.
De todos aquellos miles de pupitres vados, sólo
el suyo estaba ocupado. Y por él mismo. (En lo que
se ocultaban también una o dos paradojas...)
Se rascó la cabeza. De niño tenía abundantes
rizos rojos y muy apretados. Los cabellos aún no se
habían alejado como las galaxias en expansión, de‐
jando el espacio vacío.
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