Page 304 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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centro del poliedro estelar de ocho caras, y siendo dicha
figura, como sabéis, la de la estructura cristalina del oro)
llegó, procedente de la constelación del Pavo, la nave de
los enfermos en hibernación, llevando a bordo varios mi‐
les de casos de cáncer, encefalitis, etcétera...
Sean arrancó el papel del listado y detuvo la
voz que dictaba. ¿Qué significaba todo aquello?
¿Que él era el séptimo hijo de un séptimo hijo, ex‐
cepcionalmente bendecido por la suerte? Aunque
irlandés, por supuesto, aquélla era la primera noti‐
cia de unos supuestos hermanos.
Una antigua raza sobrehumana ya extinguida...
Un planeta llamado Oro (¿Dios?), construido
por ellos..., remolcado hasta ponerlo en posición...
Una nave estelar en hibernación, cargada de
almas enfermas...
¿Y procedente del Pavo (¿Paavo?)?
Claves..., acrósticos..., ¡absurdos!
Arrojó el papel al suelo invisible, y allí se que‐
dó.
La voz te hablaba otra vez, y automáticamente
se puso a escribir:
Segunda Epístola:
«¡Magnifiquemos al Señor!»
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