Page 314 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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para sus constructores, grandes holografías mate‐
riales codificadas según los pensamientos de los
constructores...?
¿Habría recalado alguna de las máquinas vi‐
vientes en la superficie estéril de 4H97801, sin due‐
ños que pudieran animarla? ¿O tal vez sus cons‐
tructores habían muerto, o mutado en algo diferen‐
te? Era posible incluso que hubieran sido reabsor‐
bidos, en virtud de algún reflujo voluntario o invo‐
luntario, en la propia máquina de proyección. En la
lente.
¡Aquélla había sido la intuición de Muthoni!
¡La idea de usar a Dios como aparato terraforman‐
te! A pesar de todo, podía ser verdad. «En mis pen‐
samientos todo el tiempo...» Tal vez aquel pensa‐
miento les había sido sugerido. Y ahora emergía,
una vez más, si bien la versión paródica, en aquel
espacio interior de.., la lente, la retícula de la gran
raza...
¿Y qué significaba en realidad lo de Arquitec‐
tónica? ¿Una combinación entre arquitectura y tec‐
tónica: reconstruir la corteza de un planeta con un
nuevo paisaje? Sí, la arquitectura se insinuaba en la
reorganización de todo un medio ambiente. Pero
significaba también, sin duda, la ordenación siste‐
mática del conocimiento. ¿De manera que, al dis‐
poner los conocimientos propios en tal y tal orden,
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