Page 318 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 318

recían en aquel mismo proceso) habló una voz, que

               por esta vez no era la suya propia e interior.







                                                                                                       23





                      Estaba en ninguna parte, en medio de nada. No

               obstante, una claridad nacarada alumbraba esa na‐

               da, sin sugerir por ello ni cerca ni lejos, ni arriba ni


               abajo.  Creyó  que  estaba  agitando  los  brazos  y  las

               piernas mientras procuraba orientarse, pero luego


               abandonó  el  intento.  No  tenía  brazos  ni  piernas,

               aunque su sistema nervioso creyera que los tenía.

               La mano que creía poner delante de la cara, senci‐


               llamente, no estaba. El colapso de la retícula le ha‐

               bía  privado  de  un  exterior.  Era  como  si  hubieran

               desconectado  la  proyección  de  la  realidad.  Ahora


               era sólo una partícula, un punto, carente de dimen‐

               siones.

                      Y una voz le hablaba.


                      ¿Le reprogramaban mediante la privación sen‐

               sorial? No tenía ninguna otra opción en esta mate‐


               ria, sobre todo, puesto que la materia allí no existía.

                      —El no lugar no es la nada, Sean. El no lugar es

               el Vado. Escucha: hay más energía encerrada en un


               solo  dedal  de  Vacío  —y  entonces  experimentó  la

               sensación de unos dedos agarrando... nada—, que


                                                           318
   313   314   315   316   317   318   319   320   321   322   323