Page 322 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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encontró sus pies, y sus caderas, su pecho y su ca‐
ra—. Es sólo retrospectivamente cuando podemos
comprender esas carencias, o entender que lo eran.
Pero necesitamos generar y cambiar, atravesar pro‐
cesos, para mantener nuestro equilibrio. ¿Qué es
esa existencia extraña que recibimos de la singula‐
ridad? ¿Qué hemos de generar? ¿Qué cambios de‐
bemos experimentar? ¿Qué procesos debemos ini‐
ciar? Proyectamos redes cristalinas en el espacio,
geometrías sólidas, por si pudieran servir. Exami‐
namos el universo exterior, la materia, las radiacio‐
nes y el vado. —Sean experimentó sensaciones pa‐
recidas a la insolación y al hambre: tenía la piel ca‐
liente, el estómago vado—. Nuestra existencia, ¿es
una broma? Este concepto sólo llegamos a enten‐
derlo mucho mis tarde, puesto que una broma exi‐
ge un bromista y nosotros simplemente empeza‐
mos a existir. Comprenderás que si podemos ha‐
blarte de ello es porque vosotros mismos, y otros,
nos habéis proporcionado los puntos de referencia.
«Interceptamos una señal de radio coherente.
Nuestra horda mental la considera. Con el tiempo
llegamos a darnos cuenta de que la misma testimo‐
nia la presencia de otro género de vida en el uni‐
verso..., vida local, especializada... a miles de par‐
sec de distancia y en el pasado remoto. Descubri‐
mos un código genético, una historia, una cultura,
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