Page 330 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 330
Cuarta Parte
El Jardín
24
Sean yacía sobre la fresca y verde hierba.
El sol relucía en el cielo turquesa desde la posi‐
ción de mediodía, pero no hería la vista. Moras
gordísimas colgaban como racimos de uva en los
matorrales. Un salmonete grande como una foca
avanzaba jadeante, reptando sobre sus aletas, sobre
el prado. Una mujer desnuda salió silbando de en‐
tre un seto de laurel y encerró el pez entre sus bra‐
zos, en un abrazo fálico resbaladizo que él, agrade‐
cido, no tuvo reparo en consentir.
Sean parpadeó y supo que estaba en el Jardín.
Reconoció también sus propios miembros, que
estaban como siempre, según descubrió cuando los
estiró voluptuosamente: era otra vez él mismo.
Sin embargo, aún vestía aquella túnica pareci‐
da a la de Knossos y que había supuesto imagina‐
ría. Pero había sido proyectada junto con él.
330

