Page 228 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
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D Dm mi it tr ry y   G Gl lu uk kh ho ov vs sk ky y                                                                                                                              S Su um me er rk ki i   ( (C Cr re ep pú ús sc cu ul lo o) )


           enloquecidos (sobre todo de Vasco de Aguilar), puesto que me

           confió algo que ni él ni los de su tribu habían revelado hasta

           entonces, aun bajo la amenaza de la hoguera.









                  Habría  preferido  interrumpir  la  lectura  en  el

           párrafo  en  el  que  se  describían  los  primeros  síntomas


           de la enigmática fiebre. Pero no pude dejarlo hasta estas

           últimas líneas. Cerré los ojos y pensé en la enfermedad

           que yo mismo había sufrido. Una fiebre que me había


           estrujado el cuerpo como una bayeta hasta no dejar ni

           una sola gota de sudor. Pesadillas que a duras penas se

           podían distinguir de lo real. Y, para postre, la debilidad


           que  había  dejado  inermes  tanto  mi  inteligencia  como

           mis  músculos,  blandos  como  algodones,  como  si


           hubiesen dejado de ser míos...


                  Los síntomas eran los mismos. Desde luego, había

           sido  necio  al  exponerme  a  una  lluvia  gélida.  Pero


           también  era  muy  posible  que  hubiese  arrastrado  una

           infección  desde  antes...  igual  que  los  miembros  de  la

           expedición española en los cenagales de Campeche. En


           cualquier caso, había hecho frente al presunto resfriado

           mediante  el fruto de  cinco  siglos  de  progreso  médico,

           había  tomado  antipiréticos  en  dosis  elevadas,  y  había


           guardado estricto reposo en la cama. Los españoles, en



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